Viviendo el presente

Sofía es uruguaya, creció en el Prado, un barrio montevideano que alberga una buena parte de la historia de nuestro país. «Vivía en un barrio jardín muy tranquilo, aunque era lejos de Pocitos y alrededores, que era la zona en la que estudiaba», nos cuenta. Desde hace 3 años con su esposo, construyeron esta casa en Mirador de la Tahona y les encanta este, su lugar en el mundo.

Si bien su primera vocación la llevó a elegir la Licenciatura en Gerencia y Administración de la Universidad ORT, más tarde se formó como maquilladora social. Dice que siempre le encantó, «recuerdo desde chiquita mirar a mi madre mientras hacía su rutina maquillándose y creo que ahí le agarre cariño, además me daba muchos consejos y tips. Ella fue formando mi ojo crítico para el maquillaje», nos dice. Más de adolescente empezó a maquillar a sus amigas casualmente, y luego, cuando dejó de trabajar en oficina como jefe de producto en una multinacional y ya tenía dos hijos chiquitos, se largó a hacerlo como un trabajo, primero maquillando a amigas y enseguida captando clientas. Al mismo tiempo empezó a estudiar y formarse en una escuela de maquillaje y a hacer masterclasses con referentes del exterior.

Sofi, influencer en Instagram

Su presencia en esta red no para de sumar seguidoras. «Empecé usando la cuenta como promoción para tener trabajo como maquilladora y por suerte rápidamente lo logré, enseguida me contacté con L’oreal, donde había trabajado en marketing, y le conté a mi ex jefe que estaba metida en esto y enseguida me apoyaron con mis primeros productos y así surgió la movida, primero como maquilladora».

Con su tercer embarazo, dejó de trabajar como maquilladora social ya que no lo ve como un trabajo compatible con esta etapa de la vida, «pero decidí no dejar mi cuenta porque creía que para cualquier cosa que me decidiera a hacer, ahora o en un futuro, me serviría la comunidad que ya había creado». Entonces, dejó de usar cuentas separadas -la personal y la del maquillaje- y siguió usando solo una para postear «de todo un poco» con espontaneidad, convirtiéndola en un blog de estilo de vida. «Seguí con el mundo de la beauty & skin care porque me encanta y soy fanática, y de a poco me fueron surgiendo acciones con rubros diferentes», explica. Como influencer de belleza y cuidado de la piel, además de ser usuaria, recomienda marcas como Vichy y La Roche Posay, puesto que el cuidado de la piel es muy importante antes del maquillaje.

Después, nuevas marcas de otros rubros la empezaron a buscar para realizar acciones, como es el caso de casas de ropa, algo que le encanta hacer y que es además un área en la que tuvo varias iniciativas y generó contactos e ideas que se fueron concretando. Sofi explica que estas marcas no la empezaron a contactar de la nada, «fui yo quien empecé a generarlo, hay que hacer, no solo esperar a que llegue. Siempre digo que hay que buscar y atraer lo que a uno le gusta, ser proactivo y así creo que se dan mejor las oportunidades y proyectos», enfatiza.

Sobre esta tarea de recomendar o dar visibilidad a distintas empresas, Sofía cuenta: «me salieron trabajos re lindos, creo que las marcas se quedan contentas con lo que logramos y comunicamos, nos divertimos, pasamos bien, generamos vínculo y así siguen surgiendo acciones». Tal es el caso de empresas que ofrecen servicios, como Freya Peluquería, Pura Actitud, para manos y depilación, Seis Sentidos, que hace tratamientos estéticos, y también marcas de artículos y ropa de niños, ya que bastante de su contenido en las redes incluye a sus hijos. Confiesa que como usuaria y consumidora le encanta contar con un equipo de profesionales con los que la pasa genial y la atienden muy bien. «Siempre fui muy vendedora, muy de recomendar todo lo que me gusta desde antes que existieran las redes. Me sale naturalmente y me gusta hacerlo», resume.

En cuanto al relacionamiento con sus seguidores y las acciones que realiza con las marcas, explica que «hemos armado alguna promoción con descuentos ofreciendo un código especial, pero en general, si no es una propuesta clara que ya la tienen muy armada, cada acción que surge, la armamos y la pensamos en conjunto».

Su interacción con el público es muy natural y espontánea. «No soy una gran generadora de contenido para interactuar, quisiera hacerlo más, pero con los chicos, la beba y la casa, a veces no me da el tiempo de generarlo o de poder mantener- lo». Cuando lo hace, la respuesta es instantánea, ya sea tratándose de una encuesta, o cuando pide un dato o habla de temas interesantes, le llegan consultas y comentarios a los que responde con esa sociabilidad que la caracteriza desde siempre.

En lo que tiene que ver con maquillaje y cuidado de la piel, Sofi ofrece clases personalizadas de automaquillaje, coordinando para visitar a las alumnas en sus casas y en los lugares donde habitualmente realizan su rutina de belleza.

«Siempre fui media inquieta, hace años, sin contarle a nadie, me puse a hacer zapatos de cuero y los vendía en mi casa y a través de Facebook o en alguna feria», recuerda.
Entró en un programa de la Cámara de Industria y Comercio para hacer crecer el emprendimiento, pero en ese entonces trabajaba 9 horas diarias en oficina y no le fue posible continuarlo.
Actualmente empezó un nuevo proyecto, pensando a largo plazo y con la posibilidad de hacerlo crecer a medida que tenga más tiempo disponible. El emprendimiento se llama «Sí, me quiere» y surgió como algo para niños, pero enseguida priorizó lo que más le gusta que son los accesorios para mujeres: collares, caravanas y pulseras. Le encanta el rubro y es algo en lo que venía desde hace tiempo.

Además, paralelamente está trabajando con una amiga para desarrollar una marca de artículos de decoración para el hogar, un proyecto que la tiene muy entusiasmada y del cual tendremos novedades muy pronto.

El día a día y la vida en el barrio

Todo lo que se puede ver en redes de Sofi Montes de Oca muestra su lugar en el mundo, su casa, su barrio y su familia. Desde todos sus roles nos confiesa: «amo mi casa y mi lugar en este momento en el mundo. Es una etapa súper demandante por los niños chicos, pero muy disfrutable, son lo más lindo de mi vida y estoy orgullosa del proyecto de vida que creamos con mi marido. En mi rutina estoy mucho, por no decir casi las 24 horas del día en casa, tengo muy pocas horas de ayuda, del resto me ocupo yo: idas y venidas del cole, comidas, niños, tareas de la casa, etc. Cuando salgo (pudiendo dejar a alguno de los chicos) siempre ando a las corridas, tengo que ‘exprimir’ los ratos que encuentro disponibles para hacer crecer mis proyectos, y disfruto cuando salgo para hacer algún trabajo.

Soy bastante ansiosa y he tenido épocas en que me ha costado mucho detenerme en el ahora y disfrutar el momento. Por eso hago mucho énfasis en lograr disfrutar el presente y las cosas sencillas de todos los días, despertarme y pensar ‘¿qué puedo hacer mejor hoy?’, ‘¿cómo puedo mejorar tal cosa como mamá…?’ Eso me viene ayudado mucho en esta etapa que la siento bastante demandante», expresa con sinceridad. Respecto a la zona en la que vive, Sofía destaca que les encanta. «Es nuestro barrio y nuestra cuadra, tenemos tremenda relación con nuestros vecinos y estamos felices de nuestra elección de vida acá. Es un placer, es como vivir afuera, una paz…. ni que hablar del tema seguridad. Ver las bicis tiradas en los frentes de las casas te dice todo».

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