Arte para vivir, Catalina Frenkel
Apropiarse de un espacio, ponerle nuestra impronta, vivirlo y fluir en él es un sueño para muchos y una realidad para otros. Ese es el caso de Catalina Frenkel, una argentina que se radicó en Uruguay, y más precisamente, en la zona de los barrios privados de Canelones desde hace dos años.
Aquí siente la tranquilidad y la seguridad que le brinda un barrio con un entorno natural propicio para desarrollar sus actividades laborales y artísticas. Además, le encanta que sus hijas tengan la libertad para ir y venir, andar en bici y buscar a sus amigas.
En este entorno, Catalina despliega su talento para el art & craft. «Hago principalmente tapices y pinto como trabajo, pero me gusta todo lo artístico, amo cantar, tocar la guitarra y el piano, me gusta hacer todo tipo de manualidades, y si no lo sé, me mando igual y aprendo», confiesa esta artista inquieta que encontró su lugar en el mundo en una zona privilegiada del departamento de Canelones.
La presencia femenina en esta casa sin dudas es fuente de una gran creatividad, puesto que Cata es mamá de cuatro niñas, Guadalupe de 11, Joaquina de 9, Paz de 7 y Federica de 5 años de edad. La maternidad ha sido prioridad y a medida que sus hijas crecen, va volviendo a encontrar los espacios para desarrollar todo su potencial artístico. «Ahora que son más grandes me las arreglo mejor y pude empezar a trabajar de vuelta porque ya todas van al colegio casi todo el día», cuenta.
La pasión por el arte en sus diversas formas es algo que está en el aire y Cata trata de que sus hijas aprendan y vivan todo desde su lado artístico. «Ellas me ven a mí y copian todo, son muy manuales», comenta. Evidentemente la herencia genética y un ambiente en el que se respira libertad, es un lugar en el mundo para que desde muy temprana edad surja espontáneamente una veta artística.
En su cuenta de Instagram @catafrenkel_s se puede ver un gran despliegue de técnicas que van desde telares, acuarelas, acrílicos, flores secas, texturas varias y técnicas mixtas con una clara inspiración en la naturaleza. «Me contactan por casas particulares para decorar algún espacio y también decoradoras. En general, el trabajo es a pedido y a la medida, puesto que es artesanal y lleva tiempo y dedicación», relata Catalina, quien aprovecha su tiempo libre para crear cosas nuevas que están a la venta si alguien las quiere comprar. Solamente hay que enviarle un mensaje directo y coordinar los detalles de entrega. Cuenta que «muchas veces las interesadas me contactan y vemos juntas el ambiente, la medida ideal y el modelo (de la trasmitir sus conocimientos a los interesados en aprender este tipo de artesanía.
En Instagram se pueden ver —y también adquirir— tapices, pinturas y distintas obras de arte que además de ser objetos decorativos para distintos espacios de una
casa, pueden ser un regalo único y muy original.
