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«CONSEJOS PARA MANEJAR SITUACIONES DE ENFADO Y ESTRÉS»

MARIAN ROJAS ESTAPÉ

MARIAN ES PSIQUIATRA Y AUTORA DE CÓMO HACER QUE TE PASEN COSAS BUENAS, UN LIBRO QUE ESCRIBIÓ COMO APOYO EN SUS TERAPIAS Y QUE HOY ES UNO DE LOS MÁS VENDIDOS EN ESPAÑA Y EL MUNDO. DOPAMINA Y CORTISOL, PALABRAS QUE SEGURAMENTE HEMOS ESCUCHADO, PERO QUE NO SABEMOS BIEN QUÉ SIGNIFICAN Y SU IMPORTANCIA EN LA SALUD DE NUESTRO CUERPO Y MENTE. CUENTA ADEMÁS, LA IMPORTANCIA DE APRENDER A CONOCERNOS MÁS A NOSOTROS MISMOS PARA SANAR TRAUMAS Y GESTIONAR EMOCIONES, EN UNA ÉPOCA EN LA QUE VIVIMOS ALTERADOS, PREOCUPADOS Y SOBREESTIMULADOS.

 

Pertenecés a una familia de psiquiatras, ¿cuándo te diste cuenta de que también ibas por ese camino?
Me di cuenta de esto siendo muy pequeña, tenía unos 7 u 8 años. Mi madre en ese entonces trabajaba en la Bolsa de Barcelona y un día la acompañé al trabajo. Mi madre me dejó con un compañero y les pidió que me explicaran cómo funcionaba la bolsa de valores. Cuando regresó se encontró con que le estaba diciendo a ese
señor que lo veía triste, que si era porque había discutido con su mujer y no lo trataba bien, etc. Mi madre me dijo “de grande dedicate a lo mismo que tu padre”.

¿Cómo hacés para no llevarte todos los problemas a casa?
Tengo una gran capacidad de concentrarme en las cosas que hago. Es una de mis grandes características. Cuando estoy en consulta,estoy en consulta, cuando juego con mis hijos, juego con mis hijos. Tardo un rato en descargar y liberarme de las historias que escucho en la consulta, que son muchas veces dolorosas y tristes,
llego a casa con mi marido y mis hijos y logro desconectar. La verdad es que cada noche antes de acostarme pienso en mis pacientes y les dedico un pensamiento positivo, como una especie de petición, para que las cosas les vayan bien.

“La pandemia nos va a hacer mejores”, algo que repetimos mucho en su momento y creo que no se dio, ¿o sí?
La verdad es que yo no lo veo así. Tenemos una crisis de atención muy poderosa y estamos dopaminados, es decir intoxicados de Dopamina, que es la hormona que nos hace querer sentir siempre algo que nos de una gratificación instantánea, vivir emociones intensas instantáneas y eso lo único que genera es una gran sensación de vacío y frustración. Hoy nos frustramos con mucha más facilidad, tenemos una sensación de
vacío muy grande.

Quien escucha tus podcasts o lee tus libros sabe que se repite mucho la palabra Cortisol, contanos qué es y por qué su importancia…
El Cortisol es la hormona del estrés y se activa en momentos de estrés e incertidumbre cuando sentimos que está en riesgo nuestra supervivencia. Para mí ha sido clave explicarles a mis pacientes que su mente y su cuerpo forman un binomio, que tenemos que saber leer y escuchar a nuestro cuerpo, tener la capacidad de identificar nuestros pensamientos y tener claro el impacto que genera en nuestra salud. Y luego, hay otra
parte que corresponde al espíritu y es en donde hay sensaciones más profundas, es donde se encuentra el campo de la meditación y que tiene un poder importante de sanar.

Es más fácil eliminar las situaciones que nos generan estrés, pero si el Cortisol nos lo sube un familiar y no una situación, ¿qué le dirías a ese paciente?
El Cortisol sube en momentos de estrés pero también con personas que nos alteran, recuerdos, miedos a futuro, a veces somos capaces de gestionar estas situaciones y aprender a convivir con ellas, por ejemplo sabemos que a fin de mes vamos a tener menos dinero en la cuenta y eso nos produce miedo e incertidumbre. Pero hay otro tipo de situaciones como encontrarse con la suegra, con una expareja que nos dejó dolidos, y hay que aprender a gestionar a esas personas, que a veces son del pasado y a veces del presente, porque nos hicieron mucho daño o porque nos perturban diariamente y cada uno tiene un enfoque distinto.

Todos tenemos un trauma, o una herida de infancia, ¿cómo podemos sanar esa herida?
No todos, pero no conozco historias perfectas, sin heridas difíciles. Hay batallas grandes, grandísimas, y las hay más pequeñas. Hay que saber identificar que si hay algo del pasado que me sigue perturbando en el presente es clave identificarlo para poder seguir adelante. En el pasado puede haber un padre alcohólico, un abuso, un abandono, y todo eso deja una huella muy importante en nuestra vida. Al hacernos mayores tendemos en algunos casos a replicar esa herida, recreamos historias atípicas y surrealistas y muchas veces no entendemos por qué nos comportamos como nos comportamos, por qué tenemos relaciones complicadas con personas
o parejas tóxicas, por qué nos cuesta tener relaciones sanas con personas de nuestro trabajo. Los traumas no sanados pueden tener un gran impacto en nuestro presente.

Tu libro, éxito en todo el mundo, se llama Cómo hacer que te pasen cosas buenas, para quien no lo leyó, te pregunto: ¿qué hay que hacer para que a uno le pasen cosas buenas?
Lo primero que diría es: cómo, cómo funciona el ser humano y luego cómo funciono yo, cómo es mi forma de ser. Intentar comprender por qué soy como soy, en qué me convierto cuando tengo incertidumbre, miedo, cómo somatizo, cómo mi cuerpo me avisa y se altera mi mente: ataques de ansiedad, insomnio o lo que cada uno pueda tener.

Es clave saber qué es lo que me sube el Cortisol, cuáles son los factores que me alteran, mis factores de estrés. En el libro explico cómo gestionar eso, para que me pasen cosas buenas en la vida tengo que ser capaz de conocerme y de comprenderme, y de saber qué quiero en la vida. Para saber a dónde me quiero dirigir tengo que saber dónde estoy, cómo me encuentro y en qué me estoy convirtiendo. Por lo pronto mi teoría es que la suerte favorece a la mente preparada, a la gente que estudia, que se conoce y que tiene un tiempo para frenar y reflexionar.

Por qué nos preocupa tanto lo que aún no pasó y seguramente no pase?
Porque vivimos en un estado de supervivencia hiper alterado. Hay una parte muy fisiológica del cuerpo que sabe que nuestra vida está en riesgo y luego hay miles de circunstancias, el ritmo de vida que llevamos, que nos meten en una rueda donde nuestros pensamientos son traicioneros.

Más de una vez has comentado que te llegan muchos pacientes que creen tener depresión y lo que en verdad tienen es una vida vacía. ¿Una cosa no lleva a la otra?
Yo considero, como dije al principio, que hay muchas personas que viven con un estado de Dopamina constante: quiero sentir, quiero sentir, quiero sentir. Y eso sólo trae un vacío existencial. La Dopamina es adictiva. La felicidad depende del sentido que le doy a mi vida. Cuando no tengo motivos para levantarme de mañana, cuando ese sentido de vida está completamente vacío, ni una ilusión, eso genera un gran vacío.
Muchas veces siendo capaces de llevar esa vida de nuevas ilusiones, y poder mirar a los demás y hacer algo por los demás, genera un cambio vital. Muchas veces sí que son depresiones, endógenas, adaptativas, reactivas, pero muchas veces la persona que tiene una depresión la tiene porque no tiene ilusión.

La ilusión es un arma de gran poder para el alma, ¿cómo puede ir uno recuperándola cuando la ha perdido y no le sucede nada “nuevo”?
Es algo que se activa cada día, cada mes, pero muchas veces uno simplemente no puede, está cansado, agotado, o tiene una vida dura, sus hijos no le hablan, lo han echado del trabajo, situaciones muy dolorosas y ahí es muy difícil ilusionarse. Cuando un paciente con depresión me está contando cómo es su vida, lo primero
que busco es una ilusión de la que pueda agarrarse, pensar en los nietos, en la casita con una huerta que tiene en el pueblo, en su clase de pintura. Pensar en micro cosas que nutran la ilusión, porque lo que más nutre el alma es la ilusión. A veces vivimos en un estado de apatía permanente y entonces también hay que ver
cómo tratamos a nuestro cuerpo, si comemos sano, si hacemos algo por los demás, si hacemos ejercicio. A veces no son depresiones sino estados melancólicos profundos, y a veces son vidas vacías. Si no es una depresión grave, desde que empiezo a tratar al paciente lo primero que intento es que retome el ejercicio y que retome alguna relación social, que conecte con la naturaleza y que modifique su alimentación, porque todo eso
unido tiene una gran capacidad de reactivar el organismo y la mente.

Podemos asegurar que la mayoría de laspersonas lo que más quieren es ser felices, la búsqueda permanente de la felicidad, ¿qué es la felicidad para ti?
Cuando uno se obsesiona por ser feliz no llega nunca a ser feliz. Si tuviera que definirlo diría que es un buen equilibrio de lo que quiero en la vida y de lo que voy consiguiendo. La capacidad de disfrutar de las pequeñas cosas buenas que me suceden ysaber gestionar las malas. La felicidad es conectar con el presente de la mejor manera posible.

La sociedad de hoy nos ofrece permanentes estímulos para alcanzar esa felicidad, hay una frase hecha que es “la felicidad son momentos”, ¿para ti esto es así?
La sociedad lamentablemente nos ha generado una confusión entre la felicidad y el placer. El consumo de placer constante jamás da la felicidad, solo instantes placentero.

Todos, en mayor o menor medida, sufrimospor algún tema, algo que nos apena siempre nos ronda en la cabeza, nos pone tristes, quizás son situaciones que no van a cambiar a mediano y largo plazo, ¿qué recomendás para lidiar con esas situaciones en nuestra mente?
Todos libramos una batalla y tenemos algo que nos preocupa y nos inquieta. En esta vida hay sufrimiento, por mucha droga y pastillas que tomemos, esta vida viene con sufrimiento. Parte de mi labor es ayudar a la gente a gestionar lo malo, a disfrutar lo que nos ha tocado vivir. La mente además es muy traicionera, a veces hay
que pensar si no estamos exagerando. Me encanta trabajar con las personas sobre cómo interpretan sus realidades, algo que les sucede negativo, y parte de la labor del psiquiatra es enseñarle al paciente a enfrentar su realidad de otra manera. Cambiar la manera en que yo capto esa realidad. Saber cómo miro esa realidad, si
es desde el enfado y el dolor, dolerá siempre mucho más. Esa mirada se educa, se cultiva.

¿Cuánto de tu trabajo va de la mano de la Biodescodificación?
Yo no lo he trabajado con ese nombre sino con el de EMDR, una terapia para reubicar los traumas de otra manera en el cerebro. Siempre digo que perdonar es ir al pasado y volver sano y salvo.

Por último, si tuvieras que decir tres herramientas que deberías trabajar o tener para lograr controlar nuestras emociones ¿cuáles serían?
Conocerme, tener momentos a lo largo del día o mes de reparación, como hacer deporte, viajar, meditar, y tener a alguien cerca que sea vitamina, que me de paz cuando me encuentro en guerra.

 

 

 

ZONABARRIOS
Revista@zonabarrios.uy
Camino de los Horneros km 1.5

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