«AGUSTINA RAMOS MEJÍA»
"La primeriza debe pasar por ese estado, la etapa de ensayo y error."
AGUSTINA ES INFLUENCER Y UN EPISODIO DE SALUD EN SU FAMILIA
LA LLEVÓ A CONCIENTIZAR SOBRE L IMPORTANCIA DE SABER HACER RCP.
LICENCIADA EN COMUNICACIÓN SOCIAL Y MAMÁ DE 3 HIJOS, LA
SIGUEN MÁS DE 320 MIL PERSONAS. EN SU CUENTA @LOOKCONNECTED LE
GUSTA TOCAR TEMAS QUE ELLA MISMATRANSITA COMO MAMÁ O MUJER.
¿Cómo arrancaste con el tema del blog, qué intención tenías en ese momento?
En ese momento trabajaba en una organización de conservación de la naturaleza y siempre tuve el bichito del emprendedor; pensaba qué me gustaba con lo que sé hacer. Hace 10 años los blogs se usaban mucho y arranqué compartiendo temas de moda, sustentabilidad, reflexiones. Como en ese momento yo trabajaba en relación de dependencia, habíamos acordado con mi marido que hasta que no llegara a ganar lo mismo no renunciaba. Una vez que empecé a trabajar con grandes marcas todo fluyó y pude renunciar para dedicarme al blog. En el medio fui mamá, al ser mamá me di cuenta de que había poca información para compartir de datos y demás, ni Instagram casi. No había mucha cosa para recién nacidos, entonces comunicaba tips y herramientas
Instagram era solo un satélite, pero se hizo más fuerte y crecí de igual forma. Había poca competencia en Instagram, yo posteaba todo el día. Recuerdo que las marcas me seguían contratando para publicar cosas en el blog y yo les insistía que la movida venía por Instagram, que tenía muchos seguidores. No hace tanto que las marcas mutaron su canal de comunicación y marketing a Instagram; pocos años antes de la pandemia.
Todo lo que yo compartía era desde lo que yo observaba y me sucedía, desde mi experiencia.
¿Cómo nacen tus talleres?
Fue antes de que naciera mi primera hija. Hubo un episodio que me marcó mucho. Yo estaba de viaje, era el año 2012, y recibo un llamado de mi hermano que me vuelva ya porque mamá se estaba muriendo. De casualidad yo estaba en el hotel, recuerdo perfectamente dónde estaba y qué sentí. Se me aflojaron las
piernas, me atravesó el cuerpo.
La desesperación de estar lejos, de conseguir pasaje, no podía ni pensar. Nunca nada me había atravesado así, yo no tenía hijos en ese entonces por lo que me afectó muchísimo. Yo hablaba con mi hermana melliza, que es médica, y que en ese momento estaba embarazada de 8 meses.
Mamá se levantó esa mañana con dolor de cabeza, un malestar general, le dijo: ¨no me siento bien¨. Papá llamo a mi hermana melliza que es médica a pedirle si podía ir porque mamá no se sentía bien. Mi hermana automáticamente fue directo a la casa de mamá, se dio cuenta de que pasaba algo raro. Mamá no fuma, no toma, muy activa. Tenía un aneurisma que le explotó. Guadalupe, mi hermana, la encontró en el baño y le dijo: ¨siento que me voy a morir¨. En ese momento hace un paro cardiorrespiratorio y mi hermana, con una panza enorme, haciendo RCP turnándose con mi hermana chica. Llega el cardiólogo y le siguen haciendo el RCP.
Le continuaron haciendo el RCP todo el tiempo hasta el sanatorio. Llegó en coma natural, tenía mucha sangre en la cabeza. La daban todos por muerta. Yo estoy desesperada por poder llegar a despedirme.
Todo era un velorio, hasta que un día abrió los ojos, y arrancó una lenta recuperación.
Nadie podía creer que se recuperó tan bien, sin secuelas. Los médicos nos recalcaban la importancia que había tenido que le hicieran RCP todo el tiempo. Con una de mis hermanas enseguida hicimos un curso de RCP, algo que yo no sabía ni qué significaba hace más de 10 años. Era un tema del que no se hablaba. Uno no sabe cómo va a reaccionar ante algo, ante una emergencia, no sabemos si vamos a congelarnos, bloquearse o actuar. Pero no tener la información es peor, es clave saber. Desde que sucede el problema hasta que llegás al hospital, sin RCP, es tiempo que no te irriga oxígeno al cerebro. La forma de hacer RCP es una forma manual de oxigenar el cuerpo, si no oxigenás baja la sobrevida. Me propuse hacerlo saber, concientizar, se tenía que saber. Hay un montón de temas: si se quema un niño, si se corta, si se golpea, el tiempo que ganás es crucial. Saber es clave. No es por alertar como algunos creen, es ganar tiempo, saber da tranquilidad.
Nacen así los talleres para padres en el quincho de mi casa, con 25 personas, de a poco fueron creciendo, se sumaban grandes marcas, pero siempre con el objetivo de concientizar. Hay cupos solidarios para bomberos, policías, la plata no puede ser un impedimento para aprender esto.
También organizo, junto al pediatra de mis hijos, cursos y talleres que aplican para niños y adultos, 34 35
tanto como quemaduras, episodios de epilepsia, etc. donde les traslado a los profesionales las dudas que tenemos como padres. Son talleres en los que se piensa lo que plantean los papas en consulta. Del taller te vas con certificado. Surgen también los talleres de crianza de primera infancia, temas de sueño, embarazo, siempre
acompañado de profesionales de cada tema. La idea es acompañar con herramientas. El RCP debería ser ley, debería ser obligatorio hasta cuando vas a sacar el registro, en un curso de parto, es clave.
La primeriza debe ser primeriza, es algo que siempre me dice el pediatra.La primeriza debepasar por ese estadio, necesitábamos pasar por esa etapa de ensayo y error. Podemos acortar el camino en algunas etapas, pero en otras no.
¿Cómo se dio el paso a influencer?
Todas mis cuentas siempre fueron personales, dando mi opinión y contando lo que me sucedía a mí. Todo fue de la mano, siempre fui yo y metí los talleres en el medio y con la mutación a Instagram se dio natural. Es una comunidad en la que la mayoría son mujeres, me gusta ayudar desde donde puedo.
¿Cuál es tu límite en cuanto al uso de redes y la dinámica familiar?
Cuando arranqué me la pasaba con el celular en la mano, muy demandante, posteaba todo el día, muy sumergida. En un momento mi desafío era organizarse cuando el celular quedaba afuera. Mi límite es lo que me hace ruido, si algo me hace ruido no lo subo.
Mi hija, que ya tiene 8 años, si algo no quiere es no, no cierro acuerdos con marcas en función de que estén
mis hijos. Si quieren estar genial, sino no. Si tengo un hijo con fiebre no lo voy a llevar porque acorde tal cosa.
Tiene que fluir, sino, además, no es real.
Si están ellos, trato de dejarlo un poco. Ellos entienden que es mi herramienta de trabajo, pero intento poner
el límite. A medida que fueron creciendo me daba cuenta de que había cosas que ya no se podían subir. Lo tengo bastante dominado y equilibrado, hay días en los que no aparezco, necesito no usarlo a veces y si no
tengo para comunicar no subo por subir.
Facundo mi marido me edita mucho, me dice “no sigas tal cosa, no subas lo otro” y esta bueno. Mi hermana lo
mismo, me llama y me comenta, puedo hacerles caso como no. Si dudo ante lo que me comentan les doy más entrada.
¿Te afectan los comentarios malos?
Al principio muchísimo, hoy por hoy bastante menos. Por ejemplo, a la noche no leo comentarios porque me
quedo cargada y duermo mal, también sé que hay posteos que van a ser más polémicos que otros, por lo
que estoy preparada.
La maternidad toca fibras muy íntimas, es muy personal, trato de ser empática, hasta con la más extremista que
no comparto para nada, pero seguramente esa forma de ser es su canal seguro, por algo esa persona se
desarrolla así, hay mochilas detrás de todo eso. La gente me juzga mucho, me dicen a veces que soy demasiado positiva. Si no te hace bien seguirme no me sigas, si no te copa lo que digo no me sigas. Está todo
bien. Se que muchas no me fuman, les parezco una boba, yo no me siento una boluda ni que me las sé todas. Simplemente no conocés al otro en profundidad para juzgar tanto, por tanto, si no te gusta lo que digo no me sigas.
¿Venís a Uruguay a dar un taller este año?
Sí, dos talleres, uno de crianza en setiembre y el del sábado 18 de noviembre, que es un taller de primeros
auxilios. Son en la mañana. El de la crianza es desde la mirada de la salud y la psicología.
Por más información de los talleres: @woodpeckerestudio
ZONABARRIOS
Revista@zonabarrios.uy
Camino de los Horneros km 1.5